
Dos días después de la llegada de Claudio Bravo y Marc-Andre ter Stegen al FC Barcelona, llegan los problema a Can Barça. Ambos arqueros coincidieron en su llegada a las instalaciones deportivas. El alemán redujo sus vacaciones para ponerse a disposición de Luis Enrique cuanto antes. Y ambos, que se incorporaron al club tras las vacaciones en el mismo día, venían con las mismas intenciones: hablar con el club, exigir la titularidad y, de no conseguir una respuesta positiva, amenazar con abandonar el equipo.
A pasada semana el FC Barcelona declaró intransferible a Claudio Bravo. Su cláusula de rescisión es de 40 millones de euros, una cifra que llegó a rebajarse hasta los 20 millones, según el diario Sport, cuando el Barça consideró que no tendría sentido maniatar a Bravo si el jugador quería marcharse. Ahora el escenario ha cambiado y el Barça ha hecho saber al arquero chileno que deberá ser paciente y que la única manera de abandonar el club es abonando su cláusula.
Artículo extraído de: Fichajes
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