En los últimos años, el lateral derecho ha dado varios dolores de cabeza al FC Barcelona. Los altibajos de Dani Alves, unidos a la incerteza de su continuidad año si año también, hicieron que el conjunto azulgrana se planteara un recambio de garantías que pudiera hacer olvidar a uno de los mejores carrileros de la historia del club.
El año pasado, con la sanción FIFA de por medio, se incorporó a Aleix Vidal, un jugador con ADN Barça que parecía el sustituto perfecto del brasileño. Sin embargo, dicha sanción, que dejó sin ritmo y en una forma baja al ex del Sevilla, un enfado de Luis Enrique con el de Puigpelat por una lesión que se hizo tras un entrenamiento, el buen rendimiento que seguía dando Alves y la irrupción en el lateral derecho de Sergi Roberto, una de las sensaciones de la pasada temporada en can Barça, condenaron al ostracismo a Aleix Vidal que en unos meses vio como pasaba de ser fichado para ser titular a acabar siendo el tercer lateral derecho del equipo.
Además, la relación entre el lateral derecho y el técnico asturiano no es la mejor y el futbolista ya ha demandado un cambio de aires. Incluso llegó a pedir al club en los últimos días del mercado de fichajes la carta de libertad para irse a otro equipo, hecho que sentó aún peor tanto a Luis Enrique como a los dirigentes azulgranas que después de haber invertido 20 millones por él, no quieren regalarlo.
Artículo extraído de: Fichajes
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